El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, criticó este jueves la política exterior de EE.UU. hacia Latinoamérica, particularmente por las represalias y bloqueos que impone Washington hacia algunos países de la región, como Venezuela y Cuba, informó RT.
“¿Qué tienen que hacer –lo digo de manera respetuosa– los del Gobierno de EE.UU.? Buscar arreglos en Venezuela, en Cuba, en todos los países”, dijo el mandatario en su habitual conferencia matutina.
En esa misma línea, se preguntó: “Cómo se va a poder mantener la armonía, la paz, la tranquilidad si se tienen diferencias, si hay confrontación con los vecinos. Lo primero es mantener muy buenas relaciones con los más cercanos”.
López Obrador cuestionó que la política exterior de Washington sea “la misma de hace 200 años”, al tiempo que consideró que esta no puede seguir sustentándose “solo con carga ideológica y con medidas de represalias, castigos o bloqueos”.
Doble rasero
En su rueda de prensa, López Obrador puso como ejemplo que cuando se presenta una crisis del petróleo a nivel global, usualmente se tiene en cuenta para el diálogo al Gobierno de Venezuela, al estar “de por medio” el crudo, pero no se actúa del mismo modo para atender las causas estructurales que provocan la crisis económica en esa nación.
Esa falta de diálogo fue cuestionada por el mandatario. “¿Por qué no se hace lo mismo [llamar al diálogo] para evitar que por necesidad salgan tantos venezolanos de su país?”, dijo.
Paradójicamente, la respuesta de Washington ha sido endurecer las medidas coercitivas contra Venezuela que han afectado severamente a la industria petrolera, la principal fuente de ingresos para el país suramericano.
Sanciones impulsadas por Washington
Como consecuencia directa del aumento del régimen de sanciones de EE.UU. contra Venezuela, el flujo migratorio de venezolanos se ha intensificado en los últimos años.
Caracas ha denunciado que Washington ha impuesto unilateralmente 765 medidas coercitivas contra la nación. De acuerdo con el Gobierno de Nicolás Maduro, EE.UU. y la Unión Europea (UE), con apoyo de la comunidad internacional, han congelado y bloqueado “entre 24.000 a 30.000 millones de dólares” al Estado venezolano.
Estos recursos retenidos en el extranjero podrían servir para la mejora de servicios públicos en Venezuela y para aliviar la situación económica en el país. No obstante, EE.UU. incluso ha llegado al extremo de confiscar activos,como fue el reciente caso de Citgo, la filial de la estatal petrolera venezolana en territorio norteamericano.
La acción ha sido denunciada por Caracas como un “robo” por el que se emprenderán medidas legales.