En Matagalpa, ciudad del norte de Nicaragua, se tuvieron que cerrar seis emisoras de radio y dos canales de televisión desde donde se incitaba al odio y a la violencia. Estos medios de comunicación, inscritos como medios de información religiosos para “divulgar la palabra de Dios”, eran fuente de desinformación propiedad del cura Rolando Álvarez de esta misma ciudad.
Al incitar al odio y la violencia, estos medios violaron la Ley. Además de esto, incumplieron otros puntos mencionados en la “Ley general de telecomunicaciones y servicios postales”[1], por lo cual se procedió a investigar, sancionar y clausurar.
La Policía Nacional de Nicaragua, en su Nota de Prensa 077-2022, informó al Pueblo de Nicaragua que estableció medidas de protección a la población y que, a partir de esto, iniciaba un proceso de investigación, con la finalidad de verificar la responsabilidad penal de las personas involucradas en estos actos delictivos.
Esto provocó una arremetida mediática desde medios de comunicación internacionales, desde los cuales se divulgó información falsa en torno al tema de religión, fe y catolicismo para promover un nuevo intento de desestabilización al gobierno nicaragüense.
Desde ese momento, comenzaron los shows mediáticos del Sr. Rolando Álvarez y un pequeño grupo de feligreses manipulados. Desde la curia de Matagalpa, lugar que les sirvió para seguir mintiendo, se quejaron de ser “perseguidos”, “vigilados”, “reprimidos” y “violentados” por las fuerzas de seguridad nicaragüense, que lo único que hicieron fue resguardar el lugar.
Frente a este actuar golpista, la Policía Nacional de Nicaragua decidió esperar e invitó al cura Álvarez y compañía a dialogar. De forma lamentable, el Sr. Álvarez tomó la decisión de hacer caso omiso al llamado de la Policía Nacional; se negaron a dialogar y continuaron con sus actos de incitación al odio y violencia desde la curia de Matagalpa, donde se habían atrincherado.
Sin más remedio, la Policía Nacional decidió llevar a cabo el operativo de seguridad para proteger a las familias nicaragüenses. Mediante Nota de Prensa 078-2022, la Policía informó al Pueblo sobre el operativo desarrollado que solo evitó el avance de la estrategia golpista a una nueva etapa. El cura golpista incitó al odio para intentar promover violencia en contra del gobierno de Nicaragua.
Una minoría recalcitrante de la oposición nicaragüense y los medios de comunicación hegemónicos imperiales explotaron por el operativo de seguridad, según ellos “represivo”, de parte de la Policía Nacional de Nicaragua. Sin embargo, según la misma Organización de las Naciones Unidas, es responsabilidad del Estado prevenir la incitación al odio que puede provocar en muertes atroces y proteger a la población. Según Antonio Guterres, secretario general de la ONU, “todos debemos hacer más para poner fin al discurso de odio y a la violencia que se agita y alienta”[2]
El domingo 21 de agosto, el Papa Francisco se pronunció al respecto, y cito: “Sigo con preocupación y dolor la situación de Nicaragua. Quisiera expresar mi convicción y mi esperanza de que, a través de un diálogo abierto y sincero, se puedan seguir encontrando las bases para una convivencia respetuosa y pacífica”.
Los enemigos del Pueblo de Nicaragua quedaron perplejos por la respuesta de la diplomacia papal, lo cual representa un duro revés moral para la intelectualidad burguesa de Nicaragua que atraviesa uno de los momentos más decadentes de su historia. No utilizan otra estrategia más que la mentira para intentar manipular al Pueblo y sacar ventaja de la coyuntura que vive el país, invitando a la condena internacional del Gobierno de Nicaragua.
La inconsistencia en el actuar del Sr. Álvarez no concuerda con la invitación al diálogo hecha por la máxima autoridad de la iglesia católica, el papa Francisco. De esta forma queda claro cuáles son los intereses del Sr. Álvarez y su pandilla, quienes no quiere diálogo, sino generar caos en el país.
Afortunadamente, Nicaragua cuenta leyes vigentes y fuerzas de seguridad que se encargaron de desarticular un nuevo intento desestabilizador promovido por medios internacionales y ejecutado por jerarcas de la iglesia católica nicaragüense.
La misericordia de Dios, que nos ha hecho hermanos y hermanas, nos llama a ser artesanos de paz y de concordia”. (Papa Francisco)
Escrito por Germán Van de Velde